Ninguno de los ciclos de Lem ha necesitado tanto tiempo para nacer: hay un espacio de treinta años entre los primeros relatos de los Diarios y el último, Pożytek ze smoka (Beneficio del dragón). El ingenio del autor para crear mundos fantásticos y fábulas extraordinarias aquí no conoce límites. El protagonista de los Diarios, un famoso viajero de las galaxias, Ijon Tichy, es un personaje que por un lado se parece al barón de Munchhausen y por otro a Gulliver. Los relatos de sus viajes aportan tantas improbables y divertidas fantasías, como reflexiones serias sobre la naturaleza paradójica del mundo, el ser humano y su propia cultura, basada en contradicciones.

La inclusión de rasgos del barón de Munchausen o Gulliver en el protagonista de los diarios, Ijon Tichy, no fue una estrategia literaria consciente. Mi trabajo no estuvo sujeto a ningún principio teórico. No busqué prefiguraciones, modelos ni paradigmas, igual que un río no anticipa su propio cauce. Mis obras se escribían solas, fui una especie de médium que trabajaba de forma racional, y no estaba realizando ningún plan adoptado con anterioridad.

Hay fragmentos de este libro que no se publicaron en los países del antiguo bloque soviético, pero no presté mucha atención a esta cuestión.