Regreso a Entia
Regreso a Entia es una de las novelas más originales de Lem. En la superficie, una sátira política que mejor entenderán los testigos de los tiempos de la “guerra fría”. En el fondo, es un intento intelectualmente serio de construir un modelo de civilización futura. ¿Cómo asegurarle equilibrio, seguridad, y a los individuos— la sensación del sentido de la existencia? ¿Cómo introducir la tecnología en las competencias de la Naturaleza o de Dios? ¿Y cómo combatir el vacío y sufrimiento que la tecnología, tutelar, pero fría e impersonal no sabe borrar de la vida de los habitantes del planeta? A estas preguntas — y a muchas otras — tendrá que responderse a sí mismo Ijon Tichy, visitando la lejana Entia.
Sabía que, regalándole al lector cierta dosis de humor a la vez lo plantaré ante un esfuerzo comparable con el intento de reconstruir la historia de Europa basándose en relatos chinos, estalinistas, americanos y hitlerianos. Quería, pues, que fuera imposible llegar al núcleo de los hechos porque hay demasiadas ópticas de interpretación, intensificadas adicionalmente por las invenciones de sus autores. El objetivo fue llegar a una pesadilla equívoca y ambigua, a un gran palimpsesto.