Relatos del piloto Pirx, uno de los libros más queridos de Lem, es una serie de aventuras de un simpático piloto-cosmonauta. Pirx madura en nuestros ojos y junto a él maduran los problemas que tiene que enfrentar. El piloto tiene que demostrar el valor de la humanidad imperfecta en confrontación con el mundo de máquinas y pensamiento mecánico.

Salvo dos o tres relatos, no se trata de un conjunto muy bien logrado. Su primer defecto es el carácter secundario frente a Bildungsroman, o sea, una novela de aprendizaje y formación. Sin embargo, Bildungsroman debe ser una novela de carácter épico con un fondo socio-histórico bien matizado, mientras que los relatitos sobre el valiente Pirx carecen de una perspectiva amplia, y él mismo aparece en situación de aislamiento, sin familiares ni amigos. El tema es que quería escribir uno, como mucho dos relatos, y de repente, inesperadamente para mí mismo, la cosa empezó a crecer. No hubo ya posibilidad de ampliar el fondo mencionado, porque, ¿de dónde iba a aparecer de repente la familia de Pirx? Total que, lo que es natural en un relato, en un ciclo de relatos parece artificial. En realidad, a día de hoy solamente me gustan dos fragmentos: Ananke y Terminus.