El Invencible es un guión perfecto para una película de batalla, dedicada al combate de los humanos con una población de microautómatas surgida de forma autónoma en uno de los planetas, programados para exterminar todas las formas de inteligencia. Pero las máquinas, creadas por ser humano, están programadas para luchar de forma continua, hasta la autoaniquilación. Es el ser racional quien tiene que comprender al otro y liberarse del fatalismo de la destrucción.

Es una “maquinita narrativa” hecha razonablemente bien que trata de un problema no ficticio. Sobre todo el último capítulo, donde Rohan aparece entre la muerte, cumple todos los cánones de verosimilitud y realismo. Es todo lo que puedo decir. En comparación con Solaris es un libro un poco más modesto, menos ágil.