Cuando traje a Kelvin a la estación de Solaris y le hice ver a Snaut, borracho y asustado, yo no tenía la menor idea de qué era lo que le aterraba, no tenía ni idea de por qué a Snaut le dio miedo un forastero normal y corriente. En aquel momento no lo sabía pero pronto iba a enterarme porque tuve que seguir escribiendo.
Me resulta difícil añadir algo como comentario a este libro. Creo que conseguí expresar en él lo que quería. Esta publicación me parece bastante decente.
Sólo puedo añadir que fue un verdadero manjar para la crítica.. Leí unas reseñas tan eruditas que entendí muy poco de ellas. Empezando por supuesto por una interpretación puramente freudiana, pero este crítico americano, un filólogo inglés, metió bastante la pata, porque sacaba sus diagnosis psicoanalíticas del texto en inglés, sin saber que el idioma polaco, siendo diferente, no permitía llegar a este tipo de conclusiones.