El castillo alto surgió en la época de los grandes éxitos literarios de Lem como autor de ciencia ficción, pero no pertenece a este género. Es un autorretrato del escritor del tiempo de la infancia y de adolescencia, un texto indagador, exigente, pero lleno de humor, una historia sobre el nacimiento y formación de su personalidad, inteligencia e imaginación. Sobre el fondo del panorama de Lvov entre guerras, Lem se convierte a sí mismo en protagonista de una novela de instrucción y aprendizaje, tan atractiva y llena de suspenso como sus relatos fantásticos. Ya que, ¿para qué uno se adentra en las memorias de la infancia? En primer lugar, por razones sentimentales y para reconstruir un mundo pasado. Pero después, para entenderse a uno mismo, ya maduro, y para, en el centro del panorama, elevar un Castillo Alto del sentido, monumento de alianza entre los tiempos antiguos y el presente.