Un valor imaginario es un intento de futurología textual, ya que diseña los libros del futuro y los presenta a través de ponencias o – como en el caso de Extelopedia de Vestrand — también muestras del texto principal. Las introducciones proyectan el futuro del arte, de la literatura, de las publicaciones científicas, del pensamiento, demostrando cómo el dominio de la cultura y la ciencia poco a poco deja de pertenecer a la mente humana para acabar en un espacio entre el hombre y las bacterias “capacitadas para la creación” o el intelecto de la máquina.

Stanislaw Lem

Me deslomo escribiendo un nuevo librito cuyo título “Un valor imaginario” no me gusta para nada, es una antología de introducciones a obras inexistentes. Metí allí también las introducciones a mis obras Post Mortum, escritas desde la perspectiva de un cadáverU un juego, pero terriblemente difícil porque la perfidia hay que dosificarla adecuadamente. Será pequeñito, unas 100 páginas, pero mogollón de trabajo. Una cosa personal con bastante mala leche adecuadamente camuflada.

Un valor imaginario sirve para no escribir los libros de los que tratan las introducciones, no para escribirlos; porque el Amor, la Nostalgia, la Grandeza, la Felicidad – todo eso vive de la FRUSTRACIÓN. Así que en la frustración reconforto mi escritura.

Cartas a Michael Kandl