En lo relativo a la formación del ser humano, bastantes ideas expresadas por Golem coinciden con mis convicciones, sólo que aquí se pronuncian con gran énfasis. Golem considera que hay que rechazar completamente la vida sentimental del hombre, junto con los principios del Evangelio. Por supuesto, yo no pienso así. Golem defiende la idea de que el hombre debe "abandonar al hombre", para poder convertirse en un ser más simpático e inteligente. Jamás he abogado por este programa y en general habría sido imposible hacerlo en serio. De forma similar, la tesis sobre la relación entre el código hereditario y cada individuo y especie, que según Golem solamente refuerzan este código, es una de mis tesis, pero articulada con bastante exageración. Aquí se aprecia cierta diferenciación y deformación de ideas, pero algunas afirmaciones de Golem se basan en mis tesis.
Si este libro lo quisiéramos ver en el nivel de una peripecia de Golem despidiéndose de la humanidad, también habría que tratarlo con indulgencia. Soy un misántropo, pero no tan grande como Golem. Este libro se parece a un proyector que transpone una imagen ampliada varias veces. Si lo lleváramos a unas proporciones más modestas, resultaría que son mis opiniones.