La correspondencia fascinante de dos lumbreras de la literatura polaca, Stanisław Lem y Sławomir Mrozek, documenta la larga amistad de los escritores, revela los secretos de la creación de sus obras más importantes. Es, al final, la documentación de una época en todo su desorden: la grandeza acompaña a la nadería, el ingenio intelectual a los absurdos del día a día, las declaraciones personales a los silencios inevitables, patrocinados por los atentos servicios de inteligencia.